lunes, 8 de noviembre de 2010

CAPÍTULO XXII


Don Quijote y Sancho van caminando cuando se encuentran con muchos galeotes que van a cumplir condena en las galeras del rey. Don Quijote al ver que estos presos que iban encadenados se interesó por ellos. Los galeotes comenzaron a explicarle a Don Quijote porqué iban en aquella situación. Don Quijote consideró injustos todos los castigos, luchó contra los guardias, liberó a les presos y los dejó marchar. Don Quijote dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso y le contasen que él les había liberado de sus cadenas y ellos le contestaron que es imposible que si fueran todos juntos ya que los cogerían. Don Quijote se enfada y los galeotes además de negarse a cumplir este pequeño mandato comenzaron a apedrear y a robar a Don Quijote y a Sancho, dejándoles casi desnudos.

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